Sancha de Aibar, una mujer necesaria en una encrucijada histórica

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Descripción

Las averiguaciones realizadas por las investigaciones antropológicas y genéticas de la primera distanía de los Reyes de Aragón, gracias al análisis de los restos óseos que identificaron al primer rey de Aragón, Ramiro I, y a su madre, doña Sancha de Aibar, noble de la villa de Aibar, que tuvo su hijo, Ramiro I, fruto de los amoríos que mantuvo con el rey de Navarra Sancho III el Mayor. Este rey navarro se casó por razones de estado con doña Munia de Castilla, doña Sancha, quedó al cuidado de su hijo Ramiro, que gozó del afecto del rey navarro y de la madre de éste. Sancho III el Mayor le dejó a su hijo Ramiro en herencia el condado de Aragón y la tenencia de varias villas navarras, entre ellas Aibar, Gallipienzo, Eslava y Leache. A doña Sancha de Aibar le dejó en herencia diversas propiedades como el monasterio de Santa Cilia y la villa de Miranda.

La catedrática Begoña Martínez Jarreta, junto con su equipo, logró localizar e identificar los restos de doña Sancha de Aibar, una mujer de buena envergadura, bella y que murió a los 80 años de edad, una gran edad para su época (hace unos mil años). También identificaron los restos de varios de sus descendientes. Los restos de nuestra vecina aibaresa se encuentran en estos momentos en el monasterio de las benedictinas de Jaca.
Entre los autores de este libro, está Guillermo Fatás Cabeza.

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