Descripción
La medicina de la que este libro se ocupa carece de dispensarios, de médicos de cabecera, de ambulatorios, de especialistas de quirófanos, de ambulancias y hasta de medios de comunicación desarrollados. Se habla en él de un tiempo en el que cada cual echó mano de los recursos de que disponía y de los conocimientos transmitidos, con sus aciertos y sus errores, de generación en generación. Y cuando ni esos recursos servían , se encomendaba uno a Dios -o al Diablo, que de todo ha habido-, ya mediante rezos, ya a través de liturgias más o menos complicadas y heterodoxas, o bien haciendo uso de toda una variopinta simbología abiertamente mágica.